domingo, 22 de noviembre de 2015

Borges y la tradición literaria





El gaucho es un personaje de la pampa argentina que se ha convertido en un mito de la literatura hispánica, allí esa figura tiene tanta importancia como para nosotros la Celestina, Don Quijote o Lázaro. En su origen toda su literatura era poesía oral, recitada y cantada, por lo tanto muchos de los temas eran populares y folklóricos. Es una figura que podemos identificar con el vaquero, eran semi-nómadas, eran portavoces del pueblo, querían luchar contra las injusticias y animaban a la independencia a sus compatriotas. Surge de las exigencias de América (territorio argentino, más exactamente) y su carácter y forma de vestir se van modificando ante los cambios producidos por las formas de vida de los colonizadores.
Borges es un escritor argentino nacido en Buenos Aires y a pesar de que su literatura no se caracteriza por lo tradicional, sino todo lo contrario, en algunos cuentos podremos ver esta raíz rústica cuando utiliza un estilo directo en sus cuentos para poner las palabras en boca de sus protagonistas; así también nos mostrará que estos gauchos son gente del pueblo llano cuyo lenguaje no es el de una persona culta de ciudad, son individuos desprovistos de cultura y ajenos a la urbe.

Lee este texto atípico, mezcla de poesía y prosa titulado “El gaucho” e introducido en el libro Elogio de la sombra de Borges:

Quién les hubiera dicho que sus mayores vinieron por un mar, quién les hubiera dicho lo que son un mar y sus aguas.
Mestizos de la sangre del hombre blanco, lo tuvieron en poco, mestizos de la sangre del hombre rojo, fueron sus enemigos.
Muchos no habrán oído jamás la palabra gaucho, o la habrán oído como una injuria.
Aprendieron los caminos de las estrellas, los hábitos del aire y del pájaro, las profecías de las nubes del Sur y de la luna con un cerco.
Fueron pastores de la hacienda brava, firmes en el caballo del desierto que habían domado esa mañana, enlazadores, marcadores, troperos, capataces, hombres de la partida policial, alguna vez matreros; alguno, el escuchado, fue el payador.
Cantaba sin premura, porque el alba tarda en clarear, y no alzaba la voz.
Había peones tigreros; amparado en el poncho el brazo izquierdo, el derecho sumía el cuchillo en el vientre del animal, abalanzado y alto.
El diálogo pausado, el mate y el naipe fueron las formas de su tiempo.
A diferencia de otros campesinos, eran capaces de ironía.
Eran sufridos, castos y pobres. La hospitalidad fue su fiesta.
Alguna noche los perdió el pendenciero alcohol de los sábados.
Morían y mataban con inocencia.
No eran devotos, fuera de alguna oscura superstición, pero la dura vida les enseño el culto del coraje.
Hombres de la ciudad les fabricaron un dialecto y una poesía de metáforas rústicas.
Ciertamente no fueron aventureros, pero un arreo los llevaba muy lejos y más lejos las guerras.
No dieron a la historia un sólo caudillo. Fueron hombres de López, de Ramírez, de Artigas, de Quiroga, de Bustos, de Pedro Campbell, de Rosas, de Urquiza, de aquel Ricardo López Jordán que hizo matar a Urquiza, de Peñaloza y de Saravia.
No murieron por esa cosa abstracta, la patria, sino por un patrón casual, una ira o por la invitación de un peligro.
Su ceniza está perdida en remotas regiones del continente, en repúblicas de cuya historia nada supieron, en campos de batalla, hoy famosos.
Hilario Ascasubi los vio cantando y combatiendo.
Vivieron su destino como en un sueño, sin saber quiénes eran o qué eran.
Tal vez lo mismo nos ocurre a nosotros.


1-¿Cómo son los gauchos?

2-¿Qué visión tiene Borges de ellos?

Observa este cuento de Borges titulado “El Sur” , fíjate en cómo se describe al gaucho y qué importancia tiene en el relato.

 Tienes el cuento enlazado en esta fotografía:

1 ¿El protagonista es el héroe valiente que veíamos en los otros cuentos?

2- ¿Por qué tiene relación con los gauchos?

3-¿Hay una evolución en el personaje?

4-En el primer párrafo se hace referencia al Martín Ferro, investiga qué es.

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